hispanvs ars memoriæ

Benito Jerónimo Feijoo
Retrato de Feijoo (fuente: Wikipedia).
Cartas eruditas y curiosas
Portada de la primera edición de Cartas eruditas y curiosas (fuente: Biblioteca virtual Miguel de Cervantes).

Benito Jerónimo Feijoo

Cartas eruditas y curiosas (1742)
Tomo I, Carta 21, «Del arte de Memoria».

Fraile benedictino nacido en el pazo de Casdemiro (Ourense), marcó un hito en el género literario del ensayo con su Teatro Crítico universal (ocho tomos aparecidos entre 1726-1739) y Cartas eruditas (cinco tomos, entre 1742 y 1760), donde trata toda suerte de materias, siempre desde un punto de vista racional, con el propósito de derribar falsos mitos, borrar supersticiones y promover el pensamiento crítico (aunque él mismo también será criticado y cometerá sus errores).

Cuando recibe una solicitud preguntándole sobre el arte de la memoria, «si hay tal Arte (...) y si por sus reglas podrá conseguir una Memoria extremadamente feliz», centrará su atención en esta materia. Para informarse recurre al título Ars memoriae vindicata, de Joanne Brancaccio (texto en latín publicado en 1702) que no convence mucho a nuestro fraile, pues en lo que se refiere a la enseñanza del arte «todo él se reduce a proponer unos auxilios de la Memoria, que ha mucho tiempo que están vulgarizados».

Buscará entonces más información en otros libros, que en la época deberían estar entre los más conocidos: El Fénix de Minerva, de Juan Velázquez de Azevedo, y El Assomobro elucidado de las ideas, del Conde Nolegar Giatamor. Son obras que cuando se escribieron ya eran viejas, por tanto, Feijoo hace su análisis totalmente ajeno a la nueva mnemotecnia que está naciendo en la Inglaterra de Richard Grey (e incluso al sistema de palabras numéricas que Winkelmann presentara en Alemania casi cien años antes).

Feijoo maneja pues el clásico sistema de lugares e imágenes, que llega a describir mejor que los propios autores de quienes lo toma. Y concluye que todos esos prodigios que se cuentan de memorias asombrosas son imposibles de alcanzar mediante este arte.

Se ha dicho que la opinión negativa de Feijoo derivó en que en años sucesivos nadie en España se atreviera a tratar esta materia (de hecho, aquí no se publicará nada sobre mnemotecnia hasta más de cien años después). Aun siendo cierto, consideremos también que este desinterés es común en toda la Europa del XVIII donde, salvo por contadas excepciones, el panorama resulta igualmente desolador.

Como curiosidad final, a pesar de que Feijoo no redacta ningún manual de mnemotecnia, es el autor español más presente en las bibliografías de autores extranjeros, que suelen citarle como «Feyjoo»; así puede verse, por ejemplo, en el New art of memory de Feinaigle, o en la Bibliography of mnemonics de Fellows.

NOTA. Relacionadas con el tema que nos ocupa, también son interesantes las cartas anterior y posterior: Carta 20 «De los remedios de la Memoria» y Carta 22 «Sobre la arte de Raimundo Lulio».



Bibliografía

Enlace al texto de Feijoo en la web del proyecto Filosofía en español:
Del arte de Memoria.

CHAPARRO GÓMEZ, César. «Feijoo y el Arte de la memoria» en Aufklärung: estudios sobre la Ilustración española dedicados a Hans-Joachim Lope, 2007, ISBN 978-84-7723-712-9, págs. 225-242.

Lo que juzgo absolutamente imposible, es, que por este medio se ejecuten aquellos prodigios de memorar, que jactan, o refieren los que han escrito del Arte de Memoria, como que algunos repetían al pie de la letra todo un Sermón luego que le oían

No por eso condeno absolutamente el Arte de Memoria (...) Creo, que el uso de lugares, e imágenes, puede ser provechoso en muchos casos (...) Mas para las prodigiosas reminiscencias, de que hemos hablado en la Carta, le juzgo insuficientísimo

© 2024 MNEMOTECNIA.ES
Última actualización:  18 Feb 2024
Acerca de